Cuando te dicen que hay algo que no podes ver, lo
único que querés es ver eso que no podés. Así tengas que perseguir, ocultarte y
espiar, vos vas a ver eso que queres ver.
Es como espiar por el ojo de una cerradura, como
revisar un celular ajeno, nunca
sabes con qué te vas a encontrar.
Si espías sos responsable de lo que ves. Nunca sabes que vas a encontrar espiando por el ojo de la cerradura. A todos nos gusta hurgar, chusmear, espiar, aunque a veces no estemos preparados para lo que podamos ver.
Si espías sos responsable de lo que ves. Nunca sabes que vas a encontrar espiando por el ojo de la cerradura. A todos nos gusta hurgar, chusmear, espiar, aunque a veces no estemos preparados para lo que podamos ver.
El
problema de espiar no es lo que se ve, sino todo lo que no se ve. Mirar por el ojo de la
cerradura nos da una visión limitada de la realidad, muy estrecha. Todo lo
que queda afuera de lo que el ojo de la cerradura no nos deja ver es como si no
existiera.
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