Estar enamorado es una porquería. Estar
enamorado es una basura. Se siente uno mal, no reacciona
inteligentemente,
pierde la facultad de especular porque con toda inocencia toma el corazón y lo
deja de propina en cualquier lado.
En cambio cuando uno no está enamorado es
atrayente, es inteligente, es imaginativo. Especula, se retira a tiempo, avanza
cuando tiene que avanzar. Es brillante, tiene esa crueldad, esa maravillosa
crueldad que tanto enamora y que cuando uno está enamorado pierde.
El enamorado dice “voy a ser cruel” y resulta patético. Ensaya retiradas que duran 5 minutos al cabo
de los cuales llama por teléfono como un perro arrastrándose.
Cuando uno esta enamorado pierde poder.Pierde mucho poder del que uno necesita para enamorar precisamente.De modo que se da esta paradoja: cuando uno más necesita este poder no lo tiene; y cuando uno lo tiene no necesita tenerlo, o a lo mejor lo usa nada más que para enamorar giles, de gusto, porque sí, para matar el tiempo.
Alejandro Dolina
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